La prueba cabal de la mentira

Olavo de Carvalho

Diário do Comércio, 16 de octubre de 2006

Bajo el título "Paranoia", encuentro en la página web oficial de la campaña lulista (http://www.lulapresidente.org.br/boletim.php?codigo=21) una declaración sobre el Foro de São Paulo que debe ser analizada con gran atención y rigor, porque suministra la prueba cabal de que el PT – Partido de los Trabajadores - es un partido de sociópatas cínicos, amorales, sin escrúpulos, mentirosos hasta la alucinación.

Publicado sin la firma de su autor, por lo tanto endosado por los jefes de la campaña presidencial de Lula, el documento empieza anunciando que "algunos artículos en la prensa y muchos mensajes en internet divulgan una 'denuncia' muy seria: la de que el PT sería integrante de una peligrosa organización internacional llamada Foro de São Paulo."

Las comillas en la palabra "denuncia" dan a entender que ella no es una denuncia de ningún modo, no es la revelación de acciones graves y malignas, sino apenas un intento artificioso de hacer barullo alrededor de hechos ya largamente conocidos o inocuos. Veremos adelante si esos hechos son realmente así.

"Ahora bien: la tal organización existe, se llama seguramente Foro de São Paulo pero sólo ofrece peligro a los partidos neoliberales."
Como no hay ningún sentido en reconocer públicamente la existencia de algo que ya está públicamente reconocido como existente, este párrafo es una confesión de que el Foro de São Paulo, la más vasta y poderosa organización política que ha existido en América Latina, fundada por dos celebridades mundiales (Lula y Fidel Castro) y compuesta por todos los líderes de la izquierda continental, sigue desconocido del público general tras dieciséis años de actividad.

¿Pero será normal, inocuo e indigno de denuncia el hecho de que tantos jefes de Estado, tantos líderes de partidos, tantos comandantes de guerrillas realicen reuniones periódicas para discutir asuntos políticos durante más de una década y media sin que nadie fuera del círculo de los elegidos sepa de nada?

¿O, al contrario, la denuncia no tiene nada de artificioso, es la revelación periodística obligatoria de un hecho importante y colocarla entre comillas es un intento pueril de esconder un elefante por bajo de un platillo?

Raciocinen un poco. Aunque aquellos individuos se reuniesen sin cualquier objetivo político, aunque fuesen allí sólo para tomar cerveza y jugar al futbolín, el número y la magnitud de ellos, de pronto, pondría al acontecimiento como un foco necesario e indispensable de atención periodística. El silencio total de la mass media a respeto señalaría, por lo menos, un fallo profesional imperdonable, mismo que el encuentro se realizara una única vez. La persistencia de la omisión por dieciséis años seguidos, incluso si no tomemos en cuenta sus implicaciones políticas y la consideremos sólo desde el punto de vista técnico-periodístico, ya sería por sí un fenómeno alarmante en más alto grado. Todavía, suponiendo que no hubiese en ello ningún esfuerzo de ocultación, apenas un lapso de atención profesional, queda evidente que un gigantesco fallo de cobertura, repetida uniformemente por todos los periódicos, canales de TV y noticieros de radio a lo largo de tanto tiempo, comprobaría una epidemia general de inepcia periodística como nunca se ha visto en la historia de lamass media mundial. Decir que eso no constituye motivo para denuncia sobrepasa el margen que se puede conceder a la hipótesis de la estupidez. Es cinismo puro y simple. Es mentira consciente, producida con el objetivo de engatusar a los votantes en vísperas de una elección.

¿Pero quien, en sana consciencia, puede creer en tan vasta, general y duradera conjunción de inepcias periodísticas acumuladas en todas las redacciones, en todas las cabezas de los periodistas del país a lo largo de dieciséis años por mero acaso, por pura coincidencia? Si esa coincidencia hubiese realmente ocurrido, su improbabilidad matemática sería tan gigantesca que, por sí mismo, el fenómeno merecería estudio científico. Querer que creamos en ello es esperar que abdiquemos totalmente de la inteligencia racional y del sentido de las proporciones, para apostar en la palabra sacrosanta de un redactor de alquiler a servicio de un partido de ladrones.

Para cualquier observador con QI superior a 12, está claro que hubo ocultación deliberada del Foro de São Paulo y, una vez descubierto el secreto, un esfuerzo intencional en sofocar el escándalo mediante evasivas, despistes y nuevas ocultaciones. Esas dos etapas del fraude se evidenciaron, respectivamente, en la desaparición completa del sitio web del Foro de São Paulo justamente después que yo empecé a divulgar partes de las actas de sus asambleas, y en la nota oficial del PT, firmada por su asesor de prensa Giancarlo Summa, que afirmaba ser el Foro sólo un inofensivo centro de debates, sin objetivo decisorio, afirmativa que desmentí, con pruebas cabales, en artículo publicado en O Globo el 19/10/2002 /semana/10192002globo.htm.

No sé como el acuerdo para esconderse la noticia vino a ser obedecido tan fielmente por todos los órganos de mass media (a decir verdad, en Brasil ellos no son tantos que no se pueda sobornarlos, o intimidarlos, o sencillamente seducirlos al por mayor). Pero sé de donde salió el orden de desaparición: salió del propio Foro de São Paulo, en la persona de su fundador y dirigente máximo, Luís Inácio Lula da Silva. ¿Quien me lo contó? Fue él mismo, ¡pues claro! En su discurso de 26 de septiembre de 2005, conmemorativo de los quince años de la fundación del Foro, él declaró que esa entidad era un sistema de relaciones construido entre él y otros líderes izquierdistas "para que pudiésemos conversar sin que pareciese y sin que las personas entendiesen cualquier interferencia política". Le pregunto al autor del documento: ¿No sabes leer, desgraciado? ¿No entiendes lo que tu propio jefe admite con máxima claridad? Claro que lo entiende, y porque lo entiende, lo esconde. En este caso, esconder se vuelve todavía más fácil porque el discurso con la confesión explícita de la ocultación intencional también fue ocultado a su vez: publicado en la web oficial del gobierno http://www.info.planalto.gov.br/download/discursos/pr812a .doc, no fue citado por ningún periódico, revista, canal de TV o estación de radio de este país, incluso después que lo denuncié en mis artículos, aquí, en Jornal do Brasil y en Mídia Sem Máscara. Vas a decirme, cabrón idiota, que ¿eso también fue coincidencia, mera coincidencia?

La segunda frase del párrafo admite que el Foro es peligroso, "pero sólo para los partidos neoliberales". No interesa, de momento, discutir el sentido objetivo del término "neoliberal", que ya investigué en artículo anterior (/semana/050725dc.htm). Interesa que, para los izquierdistas por regla general, incluyendo el autor del documento, el término designa personas y entidades que ellos parecen no tener la menor dificultad de identificar, tal el sentimiento de certidumbre con que lo aplican a esos blancos. Las dos preguntas que la afirmación suscita son, por lo tanto: (a) ¿Qué tipo de peligro, concretamente, el Foro presenta para los partidos que tengan la infelicidad de encuadrarse en la clasificación de "neoliberales"?; (b) ¿Sólo ese grupo es el realmente conminado, o los peligros aludidos se extienden también a otros grupos no mencionados?

Con respecto a la cuestión "a", el autor nada esclarece. Como el documento se constituye de palabras escritas en defensa de las acciones del Foro, debemos por lo tanto recorrer a estas para esclarecer el sentido de aquellas. Lo que el Foro está haciendo contra los neoliberales mostrará a cuáles nuevos peligros el autor del documento promete ahora someterlos. Por otro lado, el Foro no actúa directamente, pero a través de las entidades que cumplen sus resoluciones. Pues, las acciones que esas entidades están emprendiendo contra los llamados "neoliberales" se constituyen, en gran parte, de guerra cultural y combate político. El objetivo con que las emprenden fue declarado explícitamente por el propio inventor y mentor del Foro de São Paulo, Fidel Castro: "Erradicar el neoliberalismo"(http://www.pt.org.br/site/secretarias_def/secretarias_int.asp?cod =2255&cod_sis=9&cat=7). No se trata, por lo tanto, de concurrir con el neoliberalismo en las elecciones, alternándose con él en el poder, democráticamente: se trata de eliminarlo, de expulsarlo del círculo de las posibilidades socialmente admisibles. El primer peligro que el Foro promete a los partidos enemigos es este: volverlos inviables como fuerza política y cultural. La promesa es clara, y excluye in limine la posibilidad de alternancia en el poder por vía electoral, que supone la existencia política y cultural del adversario como fuerza organizada. Se puede concurrir con ese adversario, está claro, pero sólo como medio temporero destinado, en última instancia, a "erradicarlo". Ningún partido u organización rotulada como "neoliberal" jamás ambicionó "erradicar la izquierda". Se limitan a intentar vencerla en las elecciones, cuando pueden, y luego aceptarla como oposición democrática sin perspectiva de extinción. La asimetría es evidente.

Sin embargo, si "ser erradicado" política y culturalmente ya es por demás temible, exponiendo millones de personas al peligro de permanecer sin representación política o medios de autodefensa colectiva, las entidades afiliadas al Foro no se contentan con peligro tan modesto. Entre ellas constan organizaciones armadas como las Farc, el MIR chileno, los Tupamaros, que ya mandaron al otro mundo, físicamente, una cantidad considerable de "neoliberales". El número exacto es de cálculo difícil, pero ya pasó de algunas decenas de miles.

El "peligro" anunciado es por lo tanto bien claro: Neoliberales (sea esto lo que fuere), nosotros vamos a matarlos. Los que sobren, nosotros vamos a excluirlos de la política y de la vida social decente.

El autor del documento es pérfido lo bastante para dejar esa amenaza al aire con la certidumbre casi infalible de que habla en código, solo para los del círculo interno, ya que los de fuera tomarán automáticamente la palabra "peligro" como mera hipérbole vacía, sin que se les ocurra interpretar las palabras por las acciones y descubrir la presencia explosiva de la amenaza velada.

Cuánto a la pregunta "b", esto es, si el peligro se circunscribe a los grupos neoliberales, no creo que sea posible encuadrar en esa clasificación los miles de jóvenes y niños que se mueren anualmente con las drogas distribuidas por las Farc en Brasil, en Colombia, en Venezuela y en EE UU. Tampoco creo que haya algún neoliberalismo en la mente de todas las víctimas de los secuestros realizados por el MIR chileno, como por ejemplo el publicitario Washington Olivetto, que no esconde sus simpatías izquierdistas. Más rebuscado todavía sería llamar de neoliberales todas las víctimas asesinadas, en fusilarías al azar o en disputas de cuadrillas, por bandoleros que las Farc instruyó y entrenó en técnicas de guerrilla urbana. Entre nosotros, que el autor del documento no nos oiga, la afirmativa de que el Foro de São Paulo " solo ofrece peligro a los partidos neoliberales" es un eufemismo pérfido y mentiroso. El Foro de São Paulo ofrece peligro para quienquiera que atraviese su camino, no solo en el sentido de oposición política, pero hasta en lo de quedar plantado, por casualidad, en la trayectoria de donde venga una bala perdida disparada por cualquier discípulo local de las Farc. El Foro de São Paulo le ofrece peligro a toda la población.

Prosigue el documento: "El Foro de São Paulo, como el nombre lo dice, es un 'foro' o 'forum', que hace reuniones anuales de que participan no sólo partidos latinoamericanos, pero también partidos socialistas y progresistas de Europa, África y Asia”.

Ahora el fulano quiere hacernos tragar que las Farc son un partido político, no la cuadrilla armada que vende cocaína en Brasil a través de su socio “Fernandinho Beira- Mar”, que dispara contra los soldados de nuestro Ejército y entrena asesinos para que aterroricen la población. El MIR chileno es un partido político, ¿no una cuadrilla de secuestradores armados? ¿A quien ese tipo piensa que le está escribiendo? ¿A niños de siete años? ¿A tontuelos que se engatusan ad infinitum? Si ese obvio fraude publicitario no es crimen electoral, yo soy Lula en persona.

La explicación ampulosa de que el foro es un foro, "o forum", es una chulería incumbida de revender, abreviadamente, la mentira boba inventada por el sr. Giancarlo Summa, de que la entidad "es un foro de debates, y no una estructura de coordinación política internacional", a la que no necesito responder porque ya la respondí en 2002: "Triste miseria, ¿quien ha visto un mero foro de debates emitir 'resoluciones' al fin de las asambleas? Resolución es decisión, es directriz práctica, es norma de acción. Una asamblea que emite resoluciones, suscritas unánimemente por organizaciones de varios países, no puede estar haciendo otra cosa si no coordinarlas políticamente. Es, además, lo que afirma la resolución final del I Foro (São Paulo, 4 de julio de 1990), al expresar su objetivo de 'avanzar propuestas de unidad de acción consensuales'. El esfuerzo común para formular una 'unidad de acción' no puede ser puro debate, sobre todo cuando se cristaliza en 'resoluciones': él es, en el sentido más pleno del término, coordinación política.”

Pero lo más lindo del documento está en el anuncio del XIII encuentro del Foro (San Salvador, enero de 2007), cuando será discutido, entre otros temas, el "combate al crimen organizado, al narcotráfico y a la militarización". Logra ser maravilloso. ¿Que es que los mentores de la corrupción en el Congreso Nacional, los mayores narcotraficantes del continente y el único mandatario latinoamericano empeñado en militarizar su país para la "guerra del pueblo entero" (en los términos de él mismo) pueden sugerir para combatir a los tres males que ellos propios personifican eminentemente? No sé, pero sugiero a los interesados: prendan todos los participantes del XIII encuentro del Foro de São Paulo, y verán el crimen organizado, el narcotráfico y la militarización reducidos considerablemente en América Latina. Ellos es que no van a encarcelarse a sí propios, como el Dr. Simão Bacamarte.1 El psiquiatra de Itaguaí era loco, pero tuvo la honestidad científica de reconocer que lo era. Liberó la población que él propio había internado y fue para el manicomio en su lugar. Mutatis mutandis, los hombres del Foro son delincuentes pero jamás han de reconocer que lo son. Van a combatir el crimen metiendo en la cárcel quien no es su cómplice, reprimir el narcotráfico ampliando la clientela de las Farc y eliminar el militarismo alistando todo el mundo en el ejército de Hugo Chávez.

La declaración del PT fue publicada un día después de salir en el Jornal do Brasil el artículo en que yo sugería al candidato Alckmin cobrarle al opositor explicaciones sobre sus actividades en el Foro de São Paulo. Ella es un remedo grotesco de antídoto, preparado a la ligera por puro temor de un vejamen políticamente catastrófico, la revelación, en pleno debate electoral, de las acciones clandestinas del sr. Luís Inácio Lula da Silva como compañero y protector de los mayores criminosos del continente.

En materia de enfrentamiento polémico, la denuncia del Foro de São Paulo es un auténtico destapador capaz de sacar a relucir crímenes y perfidias que a ellos comparados, todo lo que se denunció del PT hasta hoy resulta como amenidades.

No sé si el sr. Alckmin tendrá el coraje de usar el equipaje. Pero sé que la extrusión total de la suciedad petista enterrada es inevitable, sea en esta elección o después de ella. Entiendo la desesperación de la campaña petista. Aunque sea vencedor en esta elección, Lula un día saldrá del poder por la alcantarilla. El PT se cree astuto al punto de ser el "Partido Príncipe" sugerido por Antonio Gramsci. Pero habrá sido el primer Príncipe, en la Historia, que fue presuntuoso y tonto lo bastante para intentar engañar a todo el mundo indefinidamente. En el fin, como dice la Biblia, su locura será expuesta a los ojos de todos. En el otro mundo, Maquiavelo está llorando y Abraham Lincoln está riéndose, porque ya conocen el final de la novela.


1 Personaje del cuento “O Alienista”, de Machado de Assis, para el médico Simão Bacamarte, según sus teorías, casi todos los habitantes de la ciudad de Itaguaí presentaban disturbios mentales, por eso los confinaba en un manicomio. Al final, invierte sus teorías y concluye que el loco era él.

Traducción: Victor Madera